Fernando Claro se define como ‘un hombre normal‘ con un solo objetivo, tan claro como su propio apellido: poner guapas a las mujeres. Verlas, sentirlas, oírlas, para patronar con quietud certera desde el compromiso, el buen hacer y el amor pasional por extender el tejido y hacerlo una piel movible. Sus colecciones, concebidas desde la reflexión y la calma, son una oda a la belleza y a esa inquietud que emana de un creador que, desde la humildad, desea plasmar esa hermosura y tornarla imperecedera, atemporal y ajena al caprichoso nervio de tendencias y modas. Un vestido de Fernando Claro, como el amor, la amistad, la bondad…, es para siempre. Y afortunados seremos cuando volvamos a disfrutar de su maestría en la próxima edición de ‘SIQ, Sevilla Handcraft&Fashion‘, que se celebrará del 1 al 4 de junio en los aledaños del Archivo General de Indias de la capital andaluza. Hasta entonces, así es su artesanía, su costura, su sentir…, ¡feliz fin de semana!