El pasado jueves tenía un asterisco en mi agenda, un 8 de octubre marcado en rojo a las 16:00 horas. Una vez más, y sobrada de emoción, tocaba vivir el comienzo de un nuevo curso en el Centro de Formación de Doble Erre. Mucha agitación, mucho estrés…, ¡y un llenazo total! Cualquier esfuerzo merece la pena cuando ves los gestos tan expresivos de estos jóvenes, sus bonitas caras que llegan transmitiendo y contagiando ganas, ilusión y una actitud de hacer frente a cualquier barrera que se les anteponga en esta aventura. Y, por supuesto, su gran disposición para aprender. Por delante, cuatro intensos meses en contacto con excelentes profesionales del mundo de la moda, con clases que incluyen conocimientos sobre belleza, pasarela, fotografía, estilismo, teatro, nutrición… Siempre digo que empezar algo nuevo es la razón más poderosa para querer cambiar. Y, precisamente por ello, por comenzar con nosotros esta nueva etapa en sus vidas, quiero agradecer a cada uno de los chicos y a sus familias, en mi nombre y en el de todo mi equipo, la confianza deposita en Doble Erre para hacer realidad un sueño que, seguro, les depara un futuro lleno de gratas sorpresas. ¡Buen trabajo y buena suerte, chicos!
Fotos: Chema Soler